Una fecha y un libro
El pasado lunes día 15 de diciembre hizo 38 años de un importante acontecimiento político, que quizá haya pasado inadvertido.
Tal día de 1976, apenas un año después de la muerte del general Franco, los españoles refrendaron con la abrumadora mayoría del 94, 2 % de los votos la Ley para la Reforma Política, norma que permitió pasar pacífica e ilusionadamente del Estado del 18 de Julio a la actual democracia parlamentaria.
Para subrayar su trascendencia, podemos decir que esta Ley para la Reforma Política proclamó cuatro principios capitales en el actual estado de evolución de la teoría política: la democracia, como sistema político de gobierno; el Estado de Derecho; la titularidad del pueblo español como soberano del poder político y los derechos fundamentales que, en adelante, vincularían a los poderes públicos.
La Ley fue publicada en el Boletín Oficial del Estado del 5 de enero de 1977. La firmaron el rey Juan Carlos y el presidente de las Cortes, Torcuato Fernández-Miranda, el fino jurista que ideó aquella célebre frase que abrió el camino hacia la Transición: “De la ley a la ley a través de la ley”.
Esta ingeniería legal permitió que, utilizando los propios procedimientos previstos en las Leyes Fundamentales del régimen de Franco, la dictadura pasara a los archivos de la Historia sin ruptura social, y que el presidente elegido por el rey para esta misión, Adolfo Suárez, diera los pasos pertinentes -difíciles y arriesgados- para recuperar las libertades y devolver al pueblo español la soberanía secuestrada, lo que se consagró en 1978, cuando los españoles refrendaron la actual Constitución.
Y ahora quiero referirme a un libro cuyas 318 páginas se ocupan de aquel “año mágico” de Adolfo Suárez: desde su nombramiento en Julio de 1976 a las primeras elecciones libres del 15 de Junio de 1977. Once meses de frenética actividad política desplegada por Suárez y su gobierno para desmantelar el Estado levantado sobre los cimientos de la Guerra civil, para promover la reconciliación de los españoles y fundar el Estado libre y descentralizado que conocemos.
El libro lo ha escrito uno de los más cercanos asesores que tuvo Suárez, Rafael Ansón, entonces, además, director general de RTVE. Ansón destaca en sus páginas el decisivo papel que representó la televisión en aquel tiempo del atrayente proceso político de la Transición, y la comodidad con la que se conducía Adolfo ante este medio.
Del libro de Ansón, titulado “El año mágico de Adolfo Suárez”, interesa destacar ahora dos conclusiones del autor. Una es que Franco sabía que su régimen no podría sobrevivirle sin él. La otra, en contra de la opinión de algunos, es que ni el terrorismo ni el Ejército afectó lo más mínimo al esquema de la Transición.