“I have a dream” es el título del famoso discurso que Martin Lhuter King, líder norteamericano del Movimiento por los Derechos Civiles en EE. UU., pronunció el 28 de Agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln, en Washington. Con este alegato, Lhuter King defendía un futuro en paz en que negros y blancos pudieran vivir en igualdad y armonía. El 4 de Abril de 1968 Lhuter cayó asesinado en uno de los mayores magnicidios del siglo XX.

     Con toda la distancia que media, yo también tengo un sueño. Preocupado por los inquietantes derroteros de la política española actual así como los de la frágil paz internacional, me he preguntado sobre cuál sería la composición del Gobierno de España que ofreciera la mayor estabilidad, solidez y eficacia ante los acuciantes problemas que, de manera grave y constante, se van presentando ante los españoles. 

       Tras casi tres años de vigencia de la anómala conjunción gubernamental PSOE-UP, engendrada para satisfacer la ambición de poder de Pedro Sánchez, se comprueba, día tras día, hora tras hora, que la mentada fórmula, que pretende ser un Gobierno, pero no lo es, es un fracaso de eficacia y unidad de acción, y un desprestigio para los intereses de España ante la sociedad internacional. No es preciso citar casos o ejemplos. Están en la mente de todos.

     En un delicado momento en que la economía se desarticula, se disparan los precios, aumentan los impuestos, se reducen los márgenes comerciales y se vislumbran nubarrones en el horizonte, es más necesario que nunca un Gobierno centrado y sensato, de amplio apoyo social y parlamentario. Es indiscutible que el actual Gobierno carece de lo uno y de lo otro.

     Por otra parte, “éramos pocos y parió la abuela”, si se me permite la expresión. El sátrapa Vladímir Putin ha sucumbido al antojo de ampliar su casa a costa de Ucrania y amenaza con extender el conflicto al territorio OTAN, lo que significaría la Tercera Guerra Mundial, tal vez la última. 

     En este sentido, España está comprometida en el conflicto por sus obligaciones como miembro de la OTAN y de la UE. Diplomacia, dinero y armas para Ucrania y contra Rusia son palabras mayores que requieren un Gobierno unido, fuerte y respaldado por partidos centrales y constitucionalistas. Con UP, separatistas y herederos de ETA no se puede seriamente ir a ningún sitio.

     Y les cuento el sueño. He soñado que Sánchez, en esta hora, haciendo un ejercicio de responsabilidad y patriotismo, cesa a los ministros comunistas y morados, entabla conversaciones con el PP y forman la Gran Coalición.  

      Se diga lo que se diga, no hay alternativa para solucionar los graves problemas que los españoles tenemos planteados.