¿Por qué ha crecido Vox?
El ingreso de Vox en el Parlamento de Andalucía con doce diputados ha causado un verdadero terremoto político.
Empero las elecciones andaluzas han tenido otro efecto no menor: tras casi cuarenta años de hegemonía en Andalucía, el Partido Socialista ha perdido su posición dominante y estrenará sillones en la oposición.
Por lo tanto, la decisión de Susana Díaz de resistir es una ‘pataleta’ infantil, una reacción de mal perdedor que solo conseguirá retardar la formación de un nuevo Gobierno andaluz. Lo elegante hubiera sido dimitir en la misma noche del escrutinio electoral.
Pero, ¿a qué debe Vox su éxito? En mi opinión no se debe a la excelencia intrínseca de esta fuerza política, ni a sus propuestas, muchas de ellas inalcanzables, políticamente hablando. El ascenso de Vox tiene como ‘padres’ a los errores de la izquierda y la derecha, que han contribuido, muy a su pesar, a su crecimiento.
Por la izquierda han sido numerosos los errores cometidos en los últimos años, que han aumentado el protagonismo del partido ultraconservador. Como errores cabe citar las radicales políticas de género o la memoria histórica, puro revisionismo histórico que criminaliza a una parte considerable de españoles; y, por supuesto, los desprecios a la nación española y a sus símbolos.
También la reciente moción de censura -propiciada por los sepultureros de España- ha sido un gran acicate para el fortalecimiento de Vox, así como el temor de muchos españoles por la continuidad de la Nación española, que la consideran en peligro. Y otra causa clara del éxito de Vox es la barra libre en materia de inmigración, que la izquierda defiende.
A las anteriores causas hay que añadir la beligerancia del ultraizquierdista, neocomunista, revanchista y antisistema Podemos, partidario de la autodeterminación de las Comunidades autónomas, puerta abierta a su independencia, con la consecuencia de abatir así el concepto unitario del pueblo español.
Por otra parte, las andanzas del separatismo catalán también ha determinado el crecimiento de Vox como respuesta política. Es la lógica reacción a las agresiones, desleales y directas, contra la Constitución y la Nación española.
Por último, queda hablar de las causas del triunfo electoral de Vox provenientes de la derecha, concretamente del Partido Popular. Al parecer muchos españoles habrían esperado del presidente Rajoy más determinación, más energía y mayor combate contra los separatistas catalanes. Los gobiernos ‘populares’ se habrían visto, pues, claramente pusilánimes y débiles.
Sin embargo, lo que resulta un puro sarcasmo es atemorizar con que viene la extrema derecha cuando Susana Díaz y Pedro Sánchez han sellado pactos y recibido apoyos no sólo de la extrema izquierda, sino de los separatistas y de los filoetarras.
El colmo del cinismo político.