Paisaje tras la batalla electoral

(Comentario Onda Cero, martes 1 Agosto 2023)
Tras las recientes elecciones, el paisaje político resultante recuerda más un campo de batalla que unos simples comicios tenidos en una democracia adulta.
Digo esto porque los resultados arrojados por las urnas el 23-J son desconcertantes, asombran a cualquier observador. Son resultados que dibujan un panorama político estremecedor, que expresan un cuadro inquietante, dados los antecedentes históricos del enfermo, que es España.
En mi opinión, se pueden hacer las siguientes afirmaciones:
Primera.- La formación y la cultura democrática del pueblo español son mejorables, pues, por los datos, políticamente engendra monstruos;
Segunda.- Desde el punto de vista político vamos mal: no existe diálogo entre la izquierda y la derecha, y sí un frentismo que Sánchez, irresponsablemente, cultiva y engorda;
Tercera.- Por ejemplo, en la noche del 23 de Julio, ante la sede del PSOE en Madrid, se volvió a oír, 87 años después, el grito guerracivilista de “¡No pasaran!”, aquel que, por primera vez, profirió la dirigente comunista Dolores Ibárruri, “Pasionaria”, el 19 de Julio de 1936, en el inicio de la Guerra Civil. Pareciere que los españoles no hemos aprendido nada desde entonces. Pareciere que retrocedemos.
Cuarta.- La izquierda lleva años minando el gran Pacto de la Transición y su espíritu, la concordia. Por consecuencia, el juego político está dominado hoy por la confrontación y la discordia;
Quinta.- Otra anomalía es que el sanchismo rechaza celebrar acuerdos con el Partido Popular, lo que daría origen a la tan deseada y útil Gran Coalición, que solucionaría, de forma aplastante, los múltiples y graves problemas que aquejan a los españoles de hoy, muchos de ellos, problemas viejos e irresueltos;
Sexta.- Constituye una tremenda anormalidad política que Sánchez prefiera formar Gobierno con los enemigos de la nación española antes que con el Partido Popular, primer partido votado.
Y, por último, algo muy importante: mientras la derecha esté dividida, le será muy difícil gobernar. Vox debería reintegrarse en el PP y dar la batalla dentro de él.