(Comentario Onda Cero, miércoles 6 Septiembre 2023)

Como español y jurista, siento una gran vergüenza, una tremenda indignación e impotencia, viendo como, en esta tristísima hora de la vida nacional, un presidente del Gobierno de España y sus Ministros se rebajan, limosnean y se aprestan a pagar un altísimo precio por continuar en sus cargos, mendigando los votos del prófugo que un día capitaneó un golpe contra el orden constitucional y el interés general de España.

¡Qué vergüenza, qué indignidad! Los españoles no podíamos esperar que un Gobierno democrático y constitucional vendiera España en una ignominiosa subasta al precio que fija un reclamado por la Justicia, alguien que no oculta su objetivo de romper el Estado y robarnos un trozo de España.

Me retuerzo en mi silla cuando oigo a dirigentes y cargos gubernamentales afirmar, con todo desparpajo, que la amnistía y la autodeterminación son “perfectamente constitucionales”. ¿En qué Universidades han estudiado estos cerebros que nos desgobiernan?

Siento dolor e indignación por la humillación que Sánchez y sus indeseables socios nos están infiriendo a  todos los españoles. No se comprende que el presidente de un Gobierno esté dispuesto a ceder ante los enemigos declarados de su país con tal de continuar en el cargo. Quien entrega su patria a sus enemigos, los separatistas antiespañoles, no puede seguir siendo el presidente de todos los españoles.

Oigo y veo los telediarios, la prensa, y las declaraciones de estos políticos liquidacionistas de la unidad y continuidad de España, intento racionalizar sus intervenciones, y no alcanzo a ver qué es lo que pretenden.

Empero lo peor es no saber cómo, cuándo y quién terminará con esta pesadilla.