José Manuel Maza, Fiscal General de Estado. Foto oficial de la Fiscalía.

Sin duda saben ustedes qué es el ‘mal de ojo’. El ‘mal de ojo’ consiste en usa superstición popular según la cual una persona tiene el poder de producir desgracias, enfermedades e, incluso, provocar la muerte a otra con solo mirarla.

Pues bien, de un tiempo a esta parte parece como si a España alguien le hubiera echado el ‘mal de ojo’. En efecto, España, desde el punto de vista político, no levanta cabeza desde hace unos años. Es algo cíclico. Si repasamos páginas de nuestra Historia contemporánea comprobaremos que es verdad.

Así, cuando en 1871 el joven monarca Amadeo de Saboya llega a Madrid procedente de su Italia natal para tomar posesión de la Corona española y poner fin a una turbulenta e inestable época, asesinan a su valedor principal, el presidente del Gobierno, el catalán Juan Prim i Prats.

Cuando los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia el 31 de mayo de 1906 regresaban de la ceremonia de su boda, el anarquista Mateo Morral les arrojó una bomba que a punto estuvo de acabar con la vida de los jóvenes monarcas.

Otros hechos que cambiaron el curso de la Historia fueron las muertes accidentales de los generales Sanjurjo y Mola, que estaban destinados a capitanear el levantamiento contra la Segunda República en 1936. La desaparición inesperada de estos dos altos mandos militares motivó la entrada en escena del general Franco.

Años más tarde, aprovechando la enfermedad y larga agonía del ‘Caudillo’, Mohamed VI de Marruecos se hizo, en el momento de mayor debilidad de España, de la provincia del Sahara.

Ahora, en nuestros días, parece recrudecerse el ‘mal de ojo’ para España. Cuando disfrutábamos de casi cuatro décadas de estabilidad política y crecimiento económico; cuando España había alcanzado altas cotas de bienestar económico y social y prestigio internacional, sucede una mala racha con una crisis económico-social de caballo de la que estábamos saliendo por delante del resto de los países de la Unión Europea.

Y justo ahora estalla con fuerza el separatismo catalán que comete los más graves delitos que pueden darse contra la convivencia nacional y la democracia: rebelión, sedición, malversación y desobediencia. Un profesional y firme Fiscal General del Estado, José Manuel Maza Martín, presenta querella contra los promotores y cómplices de felonía contra la Constitución, logrando prisión preventiva para los principales responsables, estando fugados el resto en Bélgica.

¿Dónde está el ‘mal de ojo’? Pues en que cuando más falta hace la unidad y firmeza sobreviene la muerte inesperada de este encomiable servidor del Estado que había emprendido una ejemplar batalla judicial contra el injustificado separatismo catalán.

Una vez más, señoras y señores, España en su desgracia.

Post data: Para colmo, la Agencia Europea del Medicamento residirá en Amsterdam.