(Comentario Onda Cero, martes 21 Febrero 2023)

Desconozco cómo titularán los historiadores esta XIVª Legislatura de la democracia. Empezó el 3 de diciembre de 2019 con la constitución del Parlamento y debe terminar en diciembre del presente año 2023 con elecciones generales.

Es la Legislatura de la desdichada coalición entre el PSOE y Podemos, una coalición de izquierda extrema y radical que no ha parado de provocar sobresaltos y escándalos, sin que nadie haya asumido responsabilidad política alguna. Una coalición disparatada en que todo lo que tenía que pasar mal, ha sucedido.

Una Legislatura en la que el Gobierno ha blanqueado a herederos del terrorismo vasco -con ochocientas muertes a sus espaldas- y a separatistas catalanes, que dieron un sonado golpe de Estado contra la nación española y no pasa nada. Todo vale. Todo se asume como normal. La ética pública no importa: prevalecen los intereses partidistas y la ambición personal.

También podría, esta agitada y tensa Legislatura, llamarse la Legislatura “roja”, en alusión a la ideología filocomunista con la que se gobierna, una ideología de extrema izquierda, propia del socialismo real y del trasnochado comunismo. O podría usarse la denominación “Legislatura de la Ingeniería social”, pues sus Leyes-estrella imponen un determinado modelo de sociedad muy al gusto del comunismo y de otros regímenes sin libertades. En efecto, la libertad es la gran sacrificada en la sociedad que Podemos anhela y el PSOE permite.

Con esa finalidad es como se han aprobado Leyes ordenadoras de la sociedad en materias tan delicadas como educación, eutanasia, infancia y adolescencia, memoria democrática, reforma laboral, la Ley del ‘sólo sí es sí’, provocadora un desastre jurídico-penal, la del ingreso mínimo vital y, últimamente, las Leyesde autodeterminación libre de género, la de aborto, y próximamente, la de vivienda, la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana y la de secretos oficiales.

Como se ve, se trata de desmontar un modelo de sociedad recibida e imponer -sin informes técnicos ni consulta a los ciudadanos- el tipo de relaciones sociales que nuestros desnortados gobernantes tienen en la cabeza y les gusta. Sin reparar, además, en los efectos negativos que llaman ‘indeseables’ y que siguen a tan heterodoxas e irreflexivas medidas, cuando, en verdad, un gobernante prudente y capaz los hubiera previsto sin duda.

Así que la herencia que va a dejar la camada de Somosaguas, los chicos y chicas de Podemos, con la complicidad del PSOE, es tan perturbadora e inquietante como la reducción de penas a violadores y pederastas o la excarcelación de los mismos. Todo lo cual se sabía que iba a suceder.

Lo peor de todo, sin embargo, es que el PSOE se ha contagiado de ‘podemismo’ y da vía libre a toda esta perversa ingeniería social.