Cambio político y elecciones en Andalucía

Tras las elecciones del 2 de diciembre de 2018 se constituyó -en los primeros días de 2019- la coalición liberalconservadora de Juan Manuel Moreno y Juan Marín, con el apoyo parlamentario de VOX, que puso fin a casi cuarenta años de Gobiernos socialistas en Andalucía.
Durante estos últimos cuatro años el tándem citado ha gestionado los intereses de la Comunidad andaluza sin sobresaltos, sin escándalos, con moderación, con eficacia, con políticas sensatas que están empezando a dar sus frutos, y cuya consolidación precisa de un nuevo mandato.
El resultado es que, hoy, Andalucía encabeza, en el panorama español, los mejores números y el balance económico-administrativo más positivo, observándose, por expertos y analistas, que a la Comunidad autónoma andaluza le ha sentado bien el cambio político de la Legislatura que ahora termina.
Ante este panorama político y económico -y frente a las oscuras y pesimistas predicciones que auguraban un futuro desventurado al pueblo andaluz si se salía del redil socialista-, el caso es que Andalucía avanza por la senda de la confianza, la productividad, el crecimiento y una fuerte inversión de capital. Todo ello desde la moderación y el entendimiento, sin revanchismo ni exclusión. Andalucía crece y avanza con políticas sensatas y equilibradas; sin sectarismos inútiles y perjudiciales, como sí ha sucedido durante las cuatro décadas de gobierno socialista.
El giro político operado en Andalucía ha sido, y es, pues, muy importante. Tan importante que recientes estudios de demoscopia electoral concluyen, nada menos, que un tercio de votantes de la izquierda prefiere como presidente de Andalucía a Moreno Bonilla frente a otras opciones.
Aparte de la moderación, cercanía con el pueblo y acierto de sus políticas, el cambio que representa Moreno Bonilla se explica por otras muchas razones que un Diario digital de ámbito nacional (“El Español”) ha ido recogiendo en entrevistas a personalidades andaluzas de diversos ámbitos.
Así, el cambio político en Andalucía se explica porque el andaluz se ha quitado sus complejos; comprueba que se han eliminado trabas, y se ha generado estabilidad; se han hecho bien las cosas en políticas económicas y empleo. Sin ruido y con trabajo, se ha traído progreso para Andalucía. Se ha introducido modernidad, y los gestores son buenos. La corrupción anterior, los enchufes y los ERE’s han desaparecido, y se ha terminado con el hartazgo de cuarenta años de poder socialista. El andaluz ha comprobado que fuera del socialismo hay vida, ha desaparecido el miedo, pues nadie pierde el PER por no votar socialismo.
En definitiva, el Gobierno PP-C’s ha funcionado bien, sin fricciones ni sobresaltos. La economía ha mejorado, y la confianza también.
De todas maneras, nada está escrito: el pueblo andaluz tiene la palabra.