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Año Nuevo, más impuestos

     Desde el día primero de Enero, a la ya asfixiante carestía de la vida (electricidad, gas, carburantes, cesta de la compra…) se suman alzas fiscales a las viviendas, a la matriculación de vehículos, a los planes de pensiones… y se anuncia una próxima reforma de nuestro sistema tributario. 

     Lo peculiar de este panorama fiscal -inaugurado con el año- es que es producto de la conjunción del socialismo ‘sanchista’ con el populismo de ultraizquierda de Podemos y el Partido Comunista. 

     Sí, otra vez el comunismo. Desaparecido hace tiempo del mapa político español, ha resucitado de la mano de Pedro Sánchez, quien tiene por norte elevar cuantiosamente el gasto público. 

       La prueba está en ese mastodóntico e incompetente Gobierno de 22 Ministerios, una presidencia, dos vicepresidencias, innumerables Secretarios de Estado, Secretarios Generales, Subsecretarios, Directores Generales, asesores, chóferes y parque móvil…, incluidos los ‘Falcon’. Lo que se dice un Hollywood administrativo.

      Y, claro, estas orgías organizativas -y las muchas bocas a tapar con ‘bufandas’ presupuestarias- son un deporte caro. Así que, estimados contribuyentes, prepárense a pagar, pagar y pagar, que es el sino insoslayable de los súbditos de Sánchez. 

     A los altísimos precios de la luz, de la gasolina, del gasóleo, etc., en 2022 habrá que añadir una subida de los impuestos vigentes y la creación de otros nuevos. Vamos a tributar hasta por tener un canario en casa.

     Empero no para aquí la angustia del ciudadano ni el drama del contribuyente: ahora se ha desbocado la temible inflación, ese llamado ‘impuesto de los pobres’ que todos pagamos, pero los menesterosos, más. 

     Así pues, la pandemia, por una parte, y el desajuste ocasionado por la política de excesivo gasto del Gobierno, por otra, están llevando la inflación al 6’7% del Producto Interior Bruto, y al 2’1% la inflación subyacente, magnitudes que no se padecían desde el año 1992. En consecuencia, la pérdida de poder adquisitivo del ciudadano está servida

      Si a todo lo anterior añadimos la carestía contractual que va a provocar la “contrarreforma” laboral patrocinada por nuestra Evita Perón, y la subida del impuesto de matriculación de automóviles hasta en 1.000 euros, seguro que ustedes se preguntarán, como yo, por qué nuestros  representantes de izquierda en Las Cortes aplaudían, reían, gesticulaban alborozados y se abrazaban como niños al quedar aprobada la Ley de Presupuestos del Estado para 2022. La razón es simple: van a disponer de más dinero para gastar, y papá Estado se lo permite.

     Así pues, apagadas las luces del Belén, guardadas sus figuras en el trastero, o retirado el arbolito de Navidad, que de todo hay, nos topamos con la dura realidad fiscal de más impuestos y más caros. 

     No obstante, a pesar de todo, ¡Feliz Año Nuevo!

Autor del artículo: José Torné-Dombidau Jiménez

Presidente y socio fundador del Foro para la Concordia Civil. Profesor Titular de Derecho Administrativo por la Universidad de Granada.

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