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Algunas preguntas sobre el “procés”

El ‘iter’ que premeditadamente ha seguido el nacionalismo separatista catalán hacia su, por hoy,  frustrada meta, la independencia de Cataluña, ha dejado a lo largo de estos últimos meses una estela de incógnitas y puntos oscuros que requerirían una pronta y solvente respuesta.

Son muchas las cuestiones planteadas -en el ámbito institucional, o no- cuyo intento de racionalización se convierte en un vano propósito por parte del ciudadano medio, y, sin embargo, las preguntas surgen y se encadenan sin que, por el momento, ni el Gobierno ni casi ninguna otra instancia fiable haya aclarado las múltiples aristas que presenta el famoso “procés”.

Seguro que cada cual tiene sus propios planeamientos, sus propias preferencias y, por supuesto, sus propias preguntas. Las mías serían las que siguen.

En primer lugar, ¿cómo no se tomó en serio desde el primer momento el plan secesionista? ¿Quién o quiénes son los cerebros del amplio y bien organizado plan separatista? ¿Por qué el Estado (Gobierno y Fiscalía) no procedió en Derecho contra ellos para bloquear su ‘trabajo’, ni controló ni persiguió la aplicación de fondos públicos a la meta separatista (por ejemplo, creación de “Embajadas”, u otorgamiento de subvenciones a entidades de la sociedad civil como la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural)? En el caso de los ‘cerebros’ se sabe de algunos. Llamativo es el caso del que fue, para más ‘inri’, magistrado y vicepresidente del Tribunal Constitucional, Carles Viver Pi-Sunyer, catedrático de Derecho Constitucional distinguido por el señor Zapatero en 2005 con la Orden del Mérito Constitucional, y vive Dios que lo tiene: ha conducido el ‘procés’ con maestría como un torpedo hasta estrellarlo contra la línea de flotación de la Constitución.

También llama la atención que los jerarcas y prebostes del separatismo catalán no reparen en gastos. Se fuga el ‘expresident’ y cuatro ‘consellers’ más a Bruselas desde el 29 de Octubre, son protegidos por escoltas, contratan uno de los bufetes más caros de Europa (que cobra por horas, como los parquímetros), da ruedas de prensa, aparece en radios y televisiones, organiza manifestaciones, alquila salas de conferencias, cartelería y propaganda, hoteles, taxis, comidas, y dinero de bolsillo… Y “tot això qui ho paga”? ¿De qué o de quién viven en Bruselas los secesionistas fugados?

La Guardia Civil, en su laborioso trabajo de investigación, descubrió en un despacho oficial un importantísimo documento -inculpatorio para los rebeldes- titulado “Enfocats”, que es el desarrollo pormenorizado del ‘procés’. Ha sido una suerte encontrarlo en un cajón, pero lo menos que podemos preguntar es cómo el Estado (Servicios de Inteligencia) no “olió” antes este plan, que detalla los pasos y fases hasta la independencia, y después. Y ya que hemos citado a los Servicios de Inteligencia, ¿cómo no supieron que Puigdemont y los suyos tenían preparada la huida a Bruselas vía Marsella? ¿Qué pasó desde el viernes 27 al domingo 30 de Octubre, es decir, desde el “Independence Day” a la confirmación de que el “expresident” y los “exconsellers” han viajado a Bélgica, y no por turismo? ¿Tampoco lo ‘olieron’?

Con anterioridad a estos últimos acontecimientos que señalo, también me gustaría una respuesta gubernamental a ¿cómo el Ministerio del Interior y/o la Delegación del Gobierno en Cataluña confió en el ‘conseller’ de Interior, señor Forn, y en el Jefe de los ‘Mossos’, el inefable señor Trapero, en el sentido de que cumplirían la orden dada por la Magistrada de Barcelona, señora Armas, de desalojar desde las seis de la mañana los colegios públicos catalanes e impedir su uso como centros electorales? ¿Cómo le faltó intuición al experimentado coronel enviado a Cataluña, señor Pérez de los Cobos?

Y otra pregunta, que puede ser la primera: ¿cómo no reaccionó antes el Gobierno ante la seriedad del ‘iter’ secesionista? Yo, que soy un ciudadano cualquiera, tuve información, desde la masiva Diada independentista del 2012, de que el asunto iba en serio… Y el Gobierno, ¿no?

Finalmente me corroe la cuestión de cómo es posible que la mercancía separatista tenga tantos seguidores, tantos ‘compradores’, siendo una mercancía tan averiada. Seguramente la respuesta no la podrá dar solamente el Gobierno, sino que sociólogos, politólogos, psicólogos y comunicadores tendrán sus respuestas más o menos satisfactorias, pero el número de los abducidos por las tesis separatistas es enorme. Y todo ello ha crecido delante de nuestras narices, permitiéndolo y no oponiéndonos ni haciendo pedagogía, como ahora se dice.

Por último, muy tardíamente, el 9 de Noviembre, un manifiesto firmado por penalistas españoles pone en tela de juicio la incriminación por delitos de rebelión y/o sedición a los insurrectos catalanes. Poco han tardado Marta Rovira y Carles Mundó (ERC) en utilizar a su favor el argumento facilitado por los citados juristas.

Esos penalistas, ¿se han dado cuenta de ello?

Autor del artículo: José Torné-Dombidau Jiménez

Presidente y socio fundador del Foro para la Concordia Civil. Profesor Titular de Derecho Administrativo por la Universidad de Granada.

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